Otro año más, Perpignan se convierte durante casi tres semanas gracias al festival Visa pour l’Image en el epicentro mundial del fotoperiodismo, este año bajo la sombra de una notable presencia policial. Registros para entrar en todos los espacios de exposición, en el Palais de Congrès y proyecciones nocturnas limitadas al recinto de Campo Santo «por seguridad». De nuevo un programa repleto de conmovedoras exposiciones y proyectos reveladores del grado de enfermedad en el que se encuentra el mundo, más lejos o más cerca. Durante la primera semana profesional, multitud de fotógrafos descubren en esta cita una oportunidad de enseñar su trabajo y relacionarse con colegas, editores, agencias… El festival, cuyo espíritu fundacional fue el de hacer visibles los reportajes que no aparecían en los medios, ofrece este año a la ciudad 20 exposiciones de entrada libre.
La crisis que no remite
El gran tema del año al que es imposible volver la vista sigue siendo la crisis global de refugiados, migrantes y desplazados, explicada en Perpignan a través de distintas perspectivas: la larga carrera del fotógrafo Yannis Behrakis documentando estos movimientos, la atención especial de Marie Dorigny al papel de la mujer en esta realidad, la vista de Frédéric Lafargue sobre los forzados a huir por Daesh (Estado Islámico), la mirada de Aris Messinis (ganador del Visa D’Or News) sobre Lesbos (Grecia), o la de Dominic Nahr sobre Sudán del Sur. Grandes nombres y grandes carreras siempre tienen hueco en Visa, como es el caso de David Guttenfelder, primer fotoperiodista que obtuvo un permiso de entrada regular en Corea del Norte; el de Marc Riboud, cuya muerte sorprendió a todos el pasado 31 de agosto mientras en paralelo se exponen sus fotos de Cuba y la audiencia con Fidel Castro, al tiempo que JFK era asesinado en Dallas.
Historias lejos de los medios
Otras realidades aparentemente menos urgentes aunque igual de complejas son objeto de proyectos como el de Catalina Martin-Chico sobre los últimos nómadas iraníes, el de Anastasia Rudenko (Premio Canon de la Mujer Fotoperiodista 2015) sobre los centros de internamiento para personas con diversidad intelectual en Rusia, el de Niels Ackermann (Premio de la Ciudad de Perpiñán) sobre el futuro de la ciudad más joven de Ucrania, que nació tras la catástrofe de Chernóbil, o el conflicto entre Israel y Palestina visto por Laurence Geai desde su desigual acceso al agua en esta árida región. Además, historias de conflictos que (ya) no ocupan las portadas de los periódico como el retrato de Yuri Kozyrev al empeño kurdo de independizarse de Irak o la guerra de Afganistán que dura ya 15 años vista por Andrew Quilty.
Realidades de otros continentes
Escenarios de África y América también están siempre presentes con realidades difíciles: Frédéric Noy documenta la «homofobia de estado» en países como Burundi o Uganda, mientras Brent Stirton fija su mirada en algunos de los grupos terroristas africanos que se dedican al tráfico ilegal de marfil para financiar su actividad; Felipe Dana retrata los efectos del virus del zika en los bebés brasileños que se extienden rápidamente por el continente, los niños soldado en Colombia vistos por Juan Arredondo (ganador del Visa D’Or Humanitario del Comité Internacional de la Cruz Roja), la historia de «paco», la droga de los pobres que ha investigado Valerio Bispuri, o la otra cara del Brasil de los grandes eventos deportivos que Peter Bauza (ganador del Visa D’Or Magazine) focaliza en un edificio ocupado por gente sin hogar, el Copacabana Palace. Completan las exposiciones, World Press Photo, que vuelve este año a Perpignan, y cosas que uno no puede llegar a explicarse muy bien como un reportaje sobre la profesión de técnico de espectáculos realizada por Claire Allard.
¿Qué más ofrece el Perpiñán del Visa?
Al margen de las muestras, es obligada una visita a la Librairie Éphémère. La librería temporal atesora las publicaciones de muchos de los proyectos expuestos, algunos de los que forman parte del programa de firmas, revistas, novedades y reliquias difíciles de encontrar. En el plano social, la ebullición del Café de La Poste durante la semana profesional es síntoma de que algo importante se cuece allí. Algunos colectivos, agencias y proyectos nacieron de discusiones en torno a algunas de sus mesas: Noor, MeMo Mag, VII Photo – que celebra su 15 aniversario este año – son algunas de ellas, como recuerda la revista Time Lightbox. Por supuesto, las proyecciones nocturnas durante la semana profesional son la puesta de largo del festival. Proyectos inéditos, retrospectivos, entregas de premios,… Cada noche de lunes a sábado, las proyecciones desarrollan cronológicamente dos meses de la actualidad del año anterior y continúan con diferentes temas de actualidad: conflicto, crisis, política, deporte, cultura, ciencia, medio ambiente… Destacamos de la extensa programación los proyectos de Bryan Anselm, Huir de Boko Haram, Génération Tahrir de Pauline Beugnies sobre la juventud de El Cairo, A las puertas de París: los olvidados de la periferia de Diane Grimonet y Fatima’s Drawings de Magnus Wennman que recibió el Visa D’Or de la Información Digital; y compartimos a continuación.
Visa pour l’image 2016
Hasta el 11 de septiembre de 2016
http://www.visapourlimage.com