La «LatidoAmerica» de Javier Arcenillas

©Javier Arcenillas 

El fotoperiodista Javier Arcenillas, ganador del tercer premio World Press Photo 2018 en la categoría de Proyectos a Largo Plazo con «LatidoAmerica», cuenta su experiencia en el continente a Silvia Omedes, Directora de nuestra fundación.

Silvia Omedes (SO) ¿Qué te supone haber ganado un World Press Photo?

Javier Arcenillas (JA) Para mí ganar un premio en World Press Photo supone muchísimo, ya que lo que más me gusta de mi profesión es que mi trabajo tenga difusión, que se vea en todas las partes del mundo. Y eso con World Press Photo está garantizado.

Además, supone un grande hito en mi currículum como fotoperiodista. Podría casi borrar la mitad de él y solo decir que tengo el World Press Photo. Y por último siento un gran orgullo: creo que el premio es la aspiración de muchos fotoperiodistas. En mi caso es mi “doctorado” por un trabajo, o yo lo siento así.

El World Press Photo es un reconocimiento a un proyecto en el que he trabajado mucho tiempo. No es una gran foto hecha en un momento de tensión con cierta habilidad. No. Es un premio a un trabajo que ha conllevado mucha reflexión, mucha paciencia y sensibilidad, mucha pérdida de tiempo y dinero, y muchas pérdidas afectivas ya que he perdido amigos por el camino.

SO. Tus fotografías de América Latina representan a menudo una sociedad violenta y con graves problemas…

JA. Es cierto. Y en mi opinión uno de los motivos por los cuales la situación es así es la mala planificación social, y la insuficiente y poco cualitativa educación pública. No creo que se deba invertir en seguridad, sino en educación. Con esto no quiero decir que las personas allí son todas malas. Al contrario, son ricos de espíritu, corazón y tan inteligentes como nosotros, aquí nadie está por encima de nadie. Pero, en muchos de estos países, la situación de la educación estatal es pésima: solo estudias si te puedes permitir ir a un colegio privado. Y pocos pueden.

Yo hago fotos a asesinos, pero intento no juzgar. ¿Es culpable el asesino? Si…pero ¿Qué sabemos de ellos? ¿Porqué han llegado a eso? Probablemente sean fruto de una consecuencia y esa consecuencia es la que yo intento averiguar…,en una sociedad psicológicamente perturbada.

Cuando estoy allí intento comprenderles y estar con ellos. Cuando voy intento empatizar con ellos y con la situación. Y allí he construido grandes lazos afectivos. Guatemala, Honduras, México, para mí son mi casa.

SO. Tu trabajo premiado es en la categoría Proyectos a Largo Plazo…

JA. Sí, y así es como concibo mis fotografías. No es que no existan “solas” pero tienen significado completo enmarcadas en proyectos largos, que requieren mucho tiempo. Y en el cual la reflexión, el pensamiento y la técnica están muy presentes. Yo fotografío para realizar un trabajo conjunto, completo. No soy un “mono-captador” de fotos. Siento la necesidad de contar una historia completa.

En este World Press Photo han premiado también a Daniel Beltrá por un trabajo, ¡pero es que Daniel lleva 20 años haciendo ese “trabajito”!.

SO. Sintiendo el World Press Photo como un colofón a 9 años de dedicación a un tema… ¿A cuál querrías enfrentarte en los próximos años? ¿Puedes hablarnos de un proyecto futuro?

JA. Me gustaría hacer algo de fotoperiodismo divertido, no esperanzador sino puramente divertido, que haga reír. Pero no lo consigo, me cuesta mucho.

Además me gusta mucho la fotografía deportiva, porque el deporte en general engloba muchos sentimientos. Me gustaron mucho hace unos años una serie de retratos de aficionados, premiados también en World Press Photo. Y pensé: ¡yo quiero hacer esto! Los retratos reflejaban el sufrimiento hermoso de los aficionados, y el fotógrafo habia sabido verlo y reflejarlo en modo maravilloso.

SO. ¿Crees que el legado y el cánon fotográfico con el que hemos construido la memoria del s. XX corresponde a la realidad?

JA. No, claro que no, la fotografía y el fotoperiodismo son muy hipócritas. No digo que no sean buenos y que no hayan hecho grandes cosas pero es muy hipócrita. Seleccionamos una parcela de lo que se puede contar, no hay 360 grados en nada de lo que contamos. Sería necesario establecer unos códigos para conocer esas situaciones que se fotografían, ya que no son visibles los diferentes puntos de vista de los diferentes fotógrafos hacia una misma foto/realidad.

El fotoperiodismo además es muy anglosajón, muy blanco y muy machista. Me encantaría cambiar esto, y dar paso a todas las culturas, y a la mujer. En esto habría que ser inflexible, y apoyar en modo más contundente a las mujeres a presentarse a World Press Photo. Personalmente odio la expresión “el punto de vista de la mujer”. Para mí es siempre el punto de vista de un fotógrafo. Y la mujer no ha estado presente hasta hace bien poquito.

Joana Biarnés, pionera fotoperiodista en España, tuvo seguramente que soportar mucho en su trayectoria profesional. No creo que muchos fotógrafos hombres estemos a su altura moral…

SO. En este sentido ¿qué responsabilidad crees que han tenido los concursos de más prestigio internacional como el World Press Photo?

JA. Tienen mucha responsabilidad. Pero poco a poco se están esforzando en abrir caminos a otras culturas y aumentar la presencia de la fotoperiodista mujer.

Como consejo recomendaría que no sean tan “talibanes” con las realidades y sociedades a las que miran, que se abran mucho más a América Latina, a África y a sociedades asiáticas no desarrolladas. Con todo esto gana la fotografía y la difusión de la imagen, que es lo que yo como fotógrafo quiero. No ganar premios yo personalmente.