La moda de Joana Biarnés se expone en Madrid

Hoy que Joana Biarnés ya es reconocida como una figura imprescindible en la historia de la fotografía nacional, es necesario redescubrir también su mirada al mundo de la moda. Porque la primera mujer fotoperiodista de nuestro país fue también la pionera femenina en la fotografía de moda en España e incluso una de las primeras a nivel internacional.

Su trascendencia en este sector queda demostrada en la exposición Joana Biarnés. Madrid / Moda a pie de calle, que del 28 de febrero al 23 de julio de 2023 acoge la Sala Canal de Isabel II, en la capital española, organizada por la Comunidad de Madrid y comisariada por el experto de moda Josep Casamartina, con la colaboración de la Fundación Photographic Social Vision y Cottet Òptica.

Lourdes Albert y otros maniquíes en la Gran Via, en una editorial para Herrero y Rodero, Madrid, octubre de 1967

La muestra incluye más de un centenar de fotografías que presentan la evolución de la moda y la sociedad en una época de cambios trascendentales, desde final de los años 50 hasta inicios de los 70.

Reportaje «Moncho Street», calle Don Ramón de la Cruz, publicado en el diario Pueblo, Madrid, 18 de enero de 1968

Biarnés fue cronista de la evolución radical que se produjo en la indumentaria, del clasicismo de la alta costura a la informalidad del prêt-à-porter. Colaboró ​​con nombres célebres de la alta costura patria como Miguel Rueda, Antonio Nieto o Juanjo Rocafort, además de hacer seguimiento de la presencia en Madrid  de Mary Quant o Paco Rabanne o de la influencia que ejercería André Courrèges desde París, en el país vecino que la fotógrafa también tuvo oportunidad de frecuentar en la época.

Todos los viernes habrá visitas guiadas a la muestra y el 16 de marzo tendrá lugar un encuentro digital con representantes de la Fundación Photographic, que desgranarán la importancia del Archivo Joana Biarnés.

En el libro editado por Blume y que acompaña a la exposición, encontramos un prólogo del fotógrafo especializado Manuel Outumuro donde explica cómo Richard Avedon, impulsado por el director de arte de la revista Harper’s Bazaar, decide en los años cincuenta sacar a las modelos del estudio para retratarlas en escenarios urbanos . Su experimento ejerció una gran influencia entre los jóvenes fotógrafos que empezaban a desarrollar su carrera en la industria de la moda. Entre estos nuevos valores, estaban William Klein y Joana Biarnés, ambos buenos conocedores de todo lo que suponía disparar en exteriores. Opina Outumuro que «De alguna forma, sus ópticas podrían ser almas gemelas, porque ambos se iniciaron en la calle, allí precisamente donde la indumentaria se hace protagonista».


JOANA Y LA MODA A PIE DE CALLE

La actriz y modelo Rosanna Yanni, con maquillaje Op Art, en el Hipódromo de La Zarzuela, Madrid, 1965

Cuando Joana se introdujo en el mundo del glamour, ya llevaba tiempo trabajando como fotoperiodista, profesión en la que se había iniciado con su padre. Su trabajo para moda se iniciaría en Barcelona a finales de los años cincuenta, aunque fue especialmente intenso con su traslado a Madrid, entre 1962 y 1972.

Según explicaba la propia Joana, todo empezó en 1959, cuando la periodista Pilar de Abia, directora de La Moda en España, le pidió colaborar con reportajes en esta revista que se editaba en Madrid. En paralelo, empezó a recibir encargos de marcas de género de punto y bañadores, al tiempo que la importante modista de alta costura Asunción Bastida le encargaba retratar sus colecciones, de la misma forma que pronto harían también los modistos madrileños Vargas Ochagavía y Lino Martínez.

Maniquí con un traje de papel realizado con hojas del diario Pueblo, Madrid, ca. 1967

En 1963, Emilio Romero, director del diario Pueblo, le propuso trabajar allí como fotoperiodista y Joana se instaló en Madrid, lo que inició una extraordinaria colaboración que duraría casi diez años y daría pie a lo mejor de su producción.

Si su trabajo periodístico fue excelente, en sus sesiones editoriales para Pueblo. Joana se sentía mucho más creativa, porque cuando se dedicaba a la moda tenía un rol mucho más activo. Así es como la fotógrafa descubre el placer de disparar imágenes que ella misma había creado y provocado. Ella escogía los estilismos, temáticas, localizaciones, modelos… ¡A veces, incluso aportaba algunas piezas propias! Y es que a Joana le gustaba ir a la moda y disfrutaba hojeando revistas europeas, que claramente influyeron en su manera de vestir y mirar y a las que tenía acceso gracias a pasar temporadas en Francia con la familia de su marido, el periodista Jean Michel Bamberger.

Lourdes Albert, a la derecha, con otros dos maniquíes con modelos de Antonio Nieto en las escalinatas del Palacio de la Bolsa. Madrid, abril de 1967

Joana trató la moda con la misma proximidad y sinceridad que el resto de temas que documentaba, y ésa es una de las principales aportaciones al género. En este ámbito, tan dado a las fantasías y la sofisticación, a menudo situó a las modelos en la calle, con naturalidad, sin buscar escenarios fastuosos o extravagantes y supo captar como nadie la esencia de su tiempo.

En esa época, retratar una modelo en medio de las calles de Madrid suponía una provocación. Y en su voluntad de ser testigo documental de los primeros signos de apertura de este país, Biarnés también captaba en sus fotografías de moda la reacción de hombres atónitos y mujeres boquiabiertas. Era su forma de apostar por una cierta relajación de la sociedad, y a la percepción de un panorama al que contribuyó visualmente con una buena dosis de alegría, picardía y frescura.

ORÍGENES DEL PROYECTO

Revisar en profundidad y recopilar la fotografía de moda de Joana Biarnés era un proyecto largamente acariciado por el comisario de la muestra, Josep Casamartina y por la propia Joana.

Joana Biarnés en la estación de Atocha. Década de los 70

Empezaron a trabajar en él hace años, con la colaboración de Photographic Social Vision y gracias al interés mostrado por el Centre d’Art Tarragona y el ayuntamiento de la misma ciudad, con la participación también del Ajuntament de Terrassa, ciudad natal de Biarnés.

Lamentablemente, la inesperada muerte de la fotógrafa en 2018 le impidió verlo realizado. Sin embargo, el entusiasmo que ella había mostrado por este proyecto, animó al resto del equipo y de entidades implicadas a seguir trabajando en llevarlo a cabo. Así, en 2019 se inauguró una primera muestra en Tarragona, que en 2020 viajó también a Terrassa.

Aquel trabajo inicial se ha redoblado, abarcando finalmente una revisión de más de 25.000 negativos, así como una selección de todas aquellas fotografías que trascendían el encargo más funcional y aportaban elementos más perdurables, tanto en calidad como a nivel conceptual, de acuerdo con lo mejor de su autora, siendo una excelente aportación tanto a la historia de la moda como a la de la fotografía.

Y es ahora, cuando el sueño de Joana se cumple con creces, al llegar finalmente a Madrid, de forma revisada y ampliada, incluyendo una treintena de imágenes adicionales e incluso algunas de las prendas destacadas en las fotografías, verdaderas piezas de coleccionista.

Se aporta luz así a una parte esencial pero poco conocida del Archivo Biarnés. Joana se sentiría hoy inmensamente feliz y orgullosa de compartir su aportación a la fotografía de moda en Madrid, principal escenario de su producción fotográfica en el ámbito de la moda y ciudad que le brindó el escenario y el contexto perfectos para desarrollar su mirada e ingenio.

VENTA DE OBRA EN LA GALERÍA BLANCA BERLÍN

Lucía Bosé, ataviada como George Sand, durante el rodaje de «Un invierno en Mallorca», de Jaime Camino. Mallorca, 1969.

Paralelamente, también en la capital española y hasta el 25 de marzo, en la Galería Blanca Berlín se podrá disfrutar de una selección de obras de Biarnés a la venta, que complementa la exposición «Un don innato», dedicada a Ramón Masats, quien fue amigo y mentor de Joana.

Ésta es la primera vez que se ponen copias a la venta de Joana Biarnés en Madrid. Recordemos que los beneficios de explotación de su archivo se destinan a favorecer el futuro del fotoperiodismo por expreso deseo de la autora, fruto de su gran generosidad y preocupada por estado del sector. Por eso, desde la Fundación Photographic Social Vision, que custodia su legado y difunde la obra de la primera fotoperiodista nacional, creamos en su memoria la Beca Joana Biarnés para Jóvenes Fotoperiodistas, que se celebra anualmente desde 2019.