Entrevista > SANTI DONAIRE, ganador de la III Beca Joana Biarnés (1ª parte)

Hablamos con el fotógrafo documental Santi Donaire (Jaén, 1988), cuyo proyecto ‘Hasta que la tierra aguante’ resultó vencedor de la tercera edición de la Beca Joana Biarnés para Jóvenes Fotoperiodistas.

En esta primera parte de nuestra charla, nos cuenta su visión del fotoperiodismo, valora la situación actual del sector y revisa parte de su trayectoria hasta el momento. En la segunda parte de la entrevista, desgrana los detalles de su galardonado proyecto, que investigará las consecuencias sociales y medioambientales de la producción industrial intensiva.

Por Carlos G. Vela

El fotógrafo Santi Donaire, ganador de la III Beca Joana Biarnés.

Al saberte ganador de esta edición de la Beca, hiciste un tuit de agradecimiento donde afirmabas que Joana Biarnés era para ti un referente. ¿Qué sabías de la que fue primera mujer fotoperiodista de España y cómo conociste el premio que lleva su nombre?

Desde los 18 años he estado muy involucrado en el mundo de la fotografía documental y el fotoperiodismo. Así que cuando nació la Beca, me enteré porque sigo el trabajo que realiza la fundación Photographic Social Vision y desde el primer momento me llamó la atención por el gran equipo que había detrás, por ser una beca destinada a jóvenes creadores/as y porque me había quedado prendado de la figura de esa gran persona que fue Joana.

Conocí su historia cuando me vine a vivir a Ibiza. Al poco de llegar, alguien me habló de una fotógrafa que durante muchos años tuvo un restaurante en la isla. Empecé a buscar información, vi el documental sobre ella, fotografías de su archivo y me quedé completamente prendado de su trabajo y de Joana. Sus retratos y su valentía por abrirse camino en un mundo y una profesión absolutamente entregada a los hombres, me parece un referente de alguien que hacía este oficio porque creía en él profundamente. Y esto lo siento así porque cuando Joana pensó que (lo que le ofrecía el sector) ya no tenía sentido, se retiró y se fue a disfrutar de la vida a Ibiza. Espero que una de las oportunidades que surjan de esta Beca sea poder conocer de cerca el Archivo Joana Biarnés y poder bucear en su vida. Sin duda, sería un privilegio.

A esta tercera edición de la Beca se presentaron más de 40 proyectos, que el jurado independiente redujo a seis finalistas. ¿Te imaginabas ganador?

En un certamen así, donde sabes que el jurado es realmente exigente y vas a competir con enormes propuestas, tienes pocas esperanzas de ganarlo. Yo estaba muy contento con la propuesta que hice, porque llevaba dos años preparándola con una documentación bastante extensa, pero uno envía el dossier y trata de no hacerse ilusiones porque hay mucho talento joven, descubierto y por descubrir.

¿Conocías ya al resto de finalistas?

Tengo que reconocer que no. Y creo que es consecuencia de la falta de unión y conexión provocada por la precariedad de esta profesión. Sin embargo, conforme fui conociendo sus trabajos, me quedé absolutamente enamorado, tanto de lo que ya habían hecho como de las propuestas que presentaban a la Beca. Trabajos muy potentes conceptualmente, donde se proponen temas tan vitales y transversales como la desigualdad o la identidad. En definitiva, admiro profundamente a mis compañeros y compañeras finalistas y me he quedado con muchas ganas de conocerles en persona. ¡Espero que esto pase pronto!

Donaire recibe la Beca, junto a Silvia Omedes, directora de Photographic, y Samuel Nacar, anterior ganador .

Samuel Nacar, ganador de la anterior edición de la Beca felicita con un abrazo a Santi Donaire.

La Beca apoya el desarrollo profesional de fotoperiodistas de edades entre 18 y 35 años. Según tu experiencia. ¿qué oportunidades tenéis los jóvenes de desarrollar una carrera en nuestro país?

El panorama es bastante desolador, y no por ser pesimista, sino para denunciar la absoluta precariedad que sufre la profesión periodística y fotográfica. Las redacciones han sido desmanteladas, ya no existen los fotógrafos en plantilla, ahora todos somos eternos colaboradores a los que se paga a 10 euros la foto, o a 100 euros un reportaje que te ha costado 500 euros producir.

Nos debería hacer reflexionar que las pocas oportunidades que hay en esta profesión sean irse del país o trabajar para medios extranjeros. Esto es desolador para el oficio y para la sociedad porque, al final, estamos contando las realidades de otros territorios, en lugar de la nuestra propia, o estamos llevando nuestra realidad a lectores que están a miles de kilómetros y que no podrán hacer nada para cambiar lo que ahí contamos. Y esto no es culpa de los/as trabajadores/as, esto es responsabilidad de los medios estatales y locales, que desde hace tiempo no están apostando por la fotografía ni por el fotoperiodismo. Por eso hay que señalar a los dueños de los medios, pero también a las instituciones, fundaciones y organizaciones para que apuesten para que haya ayudas, becas como esta o cualquier programa que cree y apoye económicamente el panorama fotográfico tan maravilloso que hay en este país.

El anterior ganador de la Beca, Samuel Nacar, nos contaba lo útil que le habían resultado las tutorías de seguimiento del proyecto que incluye la Beca Joana Biarnés y cómo le habían ayudado a no estancarse y progresar en su trabajo. ¿Qué esperas tú de estas tutorías?

Yo siempre concebí el fotoperiodismo y el periodismo como un trabajo en equipo. Crecí con esa idea romántica de las redacciones trabajando todos a una, con los editores guiando tu historia. Sin embargo, la realidad está bastante lejos de ese sueño utópico. La vida del freelance es bastante solitaria y eso te obliga a ser tú mismo quien revisa tus planteamientos y propuestas. Hoy en día, tú te propones el tema, lo haces, te lo revisas y lo vendes. Por eso, tener un tutor que durante 9 meses me acompañe y aconseje es, sin duda, una de las experiencias que más me apetece. Tengo muchas ganas de aprender y de dejarme guiar.

Al escogerte ganador, el jurado destacó que eres “un fotógrafo de una madurez sobresaliente, tal y como acreditan algunos proyectos previos como ‘Hijos de la Desmemoria’ o ‘Crudo’” (pueden consultarse en la web del autor). ¿Crees que esos trabajos te han preparado para afrontar la investigación que ahora afrontas con ayuda de la Beca?

Recuerdo que cuando era más joven admiraba a esos/as fotógrafos/as que podían hacer una lectura de su trayectoria, de sus intereses, lenguajes y preocupaciones. En aquel momento, me costaba muchísimo mirar atrás y ver una coherencia entre un proyecto u otro, incluso entre una fotografía y otra. Ahora siento, todavía de manera difusa, que el camino recorrido me ha llevado a temas que tienen que ver conmigo más de lo que me imaginaba, a cosas que quiero contar y que me preocupan.

Una imagen del reportaje “Crudo” © Santi Donaire

‘Crudo’ fue la primera vez que giré mi mirada fotoperiodística, anclada en la inmediatez de la prensa diaria, a realidades más permanentes, macros y micros que conforman la historia de un país. Me sorprendía que se hablase de la escasez y el desabastecimiento en Venezuela como un problema coyuntural, cuando el país ha tenido problemas similares en distintas épocas. Claro que el contexto y el Gobierno del momento eran responsables de lo que pasaba entonces, pero siempre eché en falta ir a los motivos estructurales, que son los que provocan las situaciones y los que rara vez tienen cabida en la frenética inmediatez mediática. Por ello me centré en qué significa ser la mayor reserva de petróleo del mundo y quise mirar desde el pozo petrolero hasta la clase alta venezolana. Ahí descubrí que me siento muchísimo más atraído por el día a día de un ganadero o de una campesina, como forma para entender la realidad de una sociedad, que por las protestas en la calle o las reuniones de altos cargos.

Cuando volví a España, empecé ‘Hijos de la desmemoria’, que fue mi segundo proyecto y en el cual sigo inmerso. Tenía muchas ganas de hacerme preguntas sobre quiénes somos y fue así como me metí en la Memoria Histórica. Siempre me ha sorprendido muchísimo lo poco que se habla en el Estado español del hecho de haber vivido 40 años bajo una dictadura militar y sobre cómo nos ha afectado como sociedad el no haber juzgado los crímenes del franquismo. Gracias a este trabajo, me he encontrado con una sociedad absolutamente traumatizada por las heridas que nunca curó y con miles de personas que buscan respuestas y reparaciones.

Por lo tanto, después de haber recorrido dos países por sus zonas interiores, alejándome de los centros de interés mediático y buscando respuestas a los temas troncales que atraviesan a una sociedad, me encontré con la pregunta: ¿cómo se producen los alimentos que genera el mayor productor agrícola de Europa?

Donaire se refiere ahí a España y esa pregunta es la que centra su proyecto becado, cuyos orígenes, enfoque y aspectos más destacados nos cuenta.en la 2ª parte de la entrevista. ¡No dejes de leerla!